martes, 15 de mayo de 2012

De aquellos barros... (crónica de la Ruta nocturna)

El sol caía y empezaba a llover. Serían algo más de las nueve y estaba claro que la noche no iba a ser despejada. Los 22 Ojancos que allí nos disponíamos a hacer la ya tradicional Ruta Nocturna nos mirábamos unos a otros, ¿quién daría el primer paso? Echándole valor comenzamos a andar por un camino flanqueado por verdes campos de cereal. Cuando llegamos a la falda del  monte, cogimos el camino a media ladera que ya no dejaríamos hasta el final. La senda discurría entre pinos y podíamos disfrutar de las vistas de Renedo y de Valladolid a lo lejos. Fue entonces cuando el barro comenzó a hacer acto de presencia. Como si de otra suela se tratara, se acumulaba en nuestras botas alcanzando los 10 cm de espesor. Parecíamos poligoneras con sus plataformas. Los numerosos niños que nos acompañaron esta vez nos mostraban la cara amable del lodo, con sus gracias y trastadas. En las bajadas, la imagen era de postal, todos arqueando las piernas en posturas inverosímiles como un grupo de WalkingDeads a la luz de la luna. Tras la parada de la cena, continuamos hasta el pueblo, punto de partida y punto final de nuestra corta aventura.
Playeras de Pedrocho tras lavarlas con Ajax Pino

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1 comentario:

  1. la noche confunde y hace diferentes las experiencias... Todavía hay algo de barro en mis botas... Divertida y "poligonera" crónica. Bien jugado blogmaster, mola la nueva "cara" del blog

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