Ruta del Pico Turbina por Carlos Matrán

Es el punto culminante de la sierra del Cuera.Se eleva en el Oriente de Asturias, es un gran mirador del Macizo Central y de la Costa de Llanes
La subida más corta, que no la más sencilla, a Turbina comienza en el collado Cruz o De la Mina del Oso (400 m.), en la carretera que enlaza Arangas y Peñamellera Alta. Desde este punto asciende una pista minera ancha y de pendiente considerable, que deja a un lado un casetón ruinoso y nos lleva hasta la cabaña, prado y fuente de Trebes (45’). La pista termina (derecha) frente a la boca –ya cegada– y las escombreras de la Mina del Oso o del Francés. Era subterránea y producía hierro y manganeso.
Nuestro camino deja Trebes y sigue la antigua calzada que llega al collado Sellón (1h.10’). Allí se une con la pista que sube de Arangas para internarse en la canal de Gobiu. Una serie de revueltas nos permiten superar este empinado tramo orientado al sur y que se vuelve asfixiante en verano. La ascensión finaliza en el collado de Concha Gobiu (2h.20’), a los pies de Peña Llacia (1.228 m.). Éste es un excelente mirador del Macizo Central de Picos, entre cuyas cimas destaca claramente la silueta del Naranjo de Bulnes.
Continuamos por una senda (derecha) que nos permite bordear Llacia entre brezales y adentrarnos en una zona de hoyas (jous) salpicada por algunos hayedos en los que resulta complicado caminar. Al rato de marcha alcanzamos la braña Piedra del Oso (2h.35’). Es una zona de prados salpicada de hayas que cuelga sobre el barranco que mira al valle del Cares. Encontramos numerosas cabañas, algunas habitadas durante la mayor parte del año, y una fuente. Las casetas pueden servir de refugio en caso de tormenta.
La mejor manera de alcanzar Pico Turbina y su gemelo Terenosu es un sendero bien marcado que nos permite superar un collado y entrar en una zona desarbolada, con amplias dolinas salpicadas de grietas y piedras puntiagudas en la que se debe caminar con cuidado. Turbina está frente a nosotros. Es la zona más salvaje de una montaña muy solitaria.
La subida final es cómoda y se realiza por sendero hasta la doble cima (3h.20’). En el alto encontramos una cruz, un vértice IGN, una caseta, una antena alimentada con paneles solares y un mojón de piedras que hace las veces de buzón. Las vistas vuelven a ser excelentes, especialmente de la costa de Llanes, que está a nuestros pies. El retorno a Collado Cruz se hace por el mismo camino utilizado en la subida (6h.20’).