lunes, 9 de mayo de 2011

Pateando bajo la lluvia

La gran calada. Así podríamos resumir la ascensión al Cabeza de Yegua del pasado sábado 7 de mayo. Hay días que son imposibles y este fue uno de ellos. Es lo que tiene la montaña. Pero los 22 Ojancos que se aventuraron a ello, hicieron cumbre poco más allá de las dos de la tarde. La lluvia estuvo presente desde el principio, aunque nos respetó en cierta manera hasta la cumbre. El grupo iba bien de ritmo y las fuerzas estaban enteras.

Pero llegó la happy hour. El descenso fue dantesco. Litros y litros de agua, que en la zona más alta se convertían en hielo, cayeron sobre nosotros durante una hora aproximadamente. La sensación térmica iba degradando nuestros cuerpos hasta que llegamos sanos y salvos a la estación del Morredero. Parecía que nos habíamos tirado a una piscina con la ropa puesta. Las declaraciones de Willy tras la ruta reflejan fielmente la miseria que pasamos: "He visto toda mi vida de montañero pasar por delante de mis narices".

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